Has querido pasear en el declive de mi camino
sintiendo en cada paso la herida que da el destino.
tras el hilo de seda que llamaste esperanza,
habita un duende impaciente
que pregunta y olvida sobre mañana.
Oigo el tic tac del tiempo
y tus pasos mezclados con los cantos
de algún ave de paso y su plumaje
que cae moribundo al escenario.
Teatro de la vida
caminos de papel y cartón piedra
cierra el telón que ya es de noche
y habitaré los sueños, si me dejas.
Teatro de la vida y su declive,
barren y recogen los atrezos,
de esta ingenua pantomima que respira
el rumor del público que duerme
mientras el actor, espera un nuevo día.
(c) Libertad entre las cuerdas
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